Etiquetas
¡Hola gordo!
¿Sabes dónde estoy sentada? En tu sitio favorito. Delante de la chimenea, calentita. ¡Qué siestas te pegabas aquí, eh! Se me dibuja una sonrisa cuando te recuerdo panza arriba, todo estirado, durmiendo profundamente y a veces roncando. Eras muy guapo, pero la verdad es que elegante, elegante…
Estar dentro de casa, mirar hacia fuera y no ver tu cara de pena súper estudiada suplicando entrar es muy raro. Todo está extraño desde hace una semana, incluida yo. Cuando salgo, aún creo que te vas a acercar con algún regalo de los tuyos, mis preferidos eran esos palos que ofrecías, pero nunca llegabas a soltar.
¡Cuántas conversaciones nos quedaron pendientes! ¿A qué sí? La última vez que me hablaste en tu lenguaje inventado seguramente fue para contarme que ya estabas muy cansado, pero no imaginaba que podías estar tan enfermo.
Hace siete días que las lágrimas se deslizan por mi cara sin previo aviso. Siento una pena profunda. Pero al pensarte me doy cuenta de todo lo bueno que representaste en mi vida y en la de nuestra familia. Fuiste el mejor compañero, siempre cariñoso, fiel y ocurrente. Estoy convencida que si todo el mundo pudiese disfrutar del sentimiento de inmensa bondad que despertabas, la vida sería más fácil.
Dicen que las cosas suceden por algo, pero me cuesta aceptarlo. Lo curioso es que ahora que ya no estás, tenemos a tres pequeños oseznos negros como el carbón creciendo día a día. Me gustaba pensar que en breve estarían trepando por ti, mientras tú, acostado, golpearías con pachorra la cola contra el suelo en señal de felicidad absoluta.
El sábado pasado pasamos nuestro último día juntos. Sé que estabas contento porque los cuatro nos pudimos despedir de ti y te dormiste relajado. Seguro que lo sabes, pero mientras te ibas, J. te estaba dedicando dos goles en el partido que jugaba en la otra esquina del país. Siempre sabías sacar lo mejor de nosotros.
Sigo sentada en tu sitio favorito. Ahora también es el mío. ¿Crees que alguno de los cachorros se parecerá mínimamente a ti? En el fondo pienso que lo estamos esperando. De momento, tienen unas orejas que prometen ser casi tan perfectas como las tuyas color canela. Rozar su suavidad con mis labios fue lo último que hice mientras te decía adiós. Y no se me olvidará jamás porque te quiero.
Gracias por todo, Oso.
Éstoy aquí, en el trabajo, leyendo tu despedida de Oso y de pronto unos lagrimones empiezan a brotarme, ufffffffffffff, a ver si me pasa porque si no voy a tener que dar explicaciones a cualquiera de mis compis que entre…….. Me ha encantado, me ha emocionado
Un beso muy grande para Oso en el lugar donde esté, seguro que es un sitio donde hay muchos palitos y cositas ricas que comer
Lo escribí con todo el cariño porque no merece menos. Siempre será el mejor. Erika, muchas gracias por tu comentario. Sé que me entiendes perfectamente. Un beso.
No tengo palabras. Joder!!! lo siento tanto, tanto, tanto, tanto…
Es tan bonito lo que le has escrito, está tan guapo en las fotos.
Como ya sabes los peludos para mi son seres especiales y muy superiores a la mayoría de la gente…. No consigo para de llorar, mierda de vida, mañana hablamos. Un besazo
Yo también pienso que valen mucho más que muchas personas. Lo demuestran día a día con su cariño, fidelidad, buen ánimo. Ver sus caras y achucharlos es muchas veces lo único que merece la pena del día. Lo recordaré siempre por todo lo que nos dio y porque era realmente increíble. Un beso.
Hola!Que pena… Me emocioné mucho cuando lo leí casi, casi lloro. Supongo que para ti, Oso, fué una garan compañía.
Lo siento mucho.
Besos!!!!!!!
¡Hola Carla! Quería muchísimo a Oso, bueno, todavía lo quiero porque me acuerdo todos los días de él. Fue un perro magnífico y muy importante en nuestra familia. Es una pena que se fuera tan joven, pero estoy muy contenta por haber compartido con él cuatro años estupendos. ¡Me alegro de que te haya gustado la entrada que le he dedicado! ¡Un beso fuerte!
Todos los que hemos perdido un gran amigo te entendemos perfectamente.:)
¡Son los mejores! Sé que toda la gente que quiere a los perros piensa y siente así. Estoy convencida de que nos hacen ser mejores personas. Muchas gracias por tu comentario, Rocío.