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Vosotras fuisteis muy generosas y me enviasteis muchos correos con todo aquello que os gustaba de los hombres. Ahora les toca el turno a ellos. Puede que hayan sido más lentos y no tan entusiastas, pero en cuanto se han decidido a escribir han transmitido con pasión lo que les atrae de las mujeres. ¡Muchísimas gracias, chicos!
Entiendo que están contando intimidades al «enemigo» y sé perfectamente que a muchos les ha costado porque me lo han confesado, pero finalmente se han soltado. ¡Y me alegro un montón!
Todos los que habéis participado tenéis al menos 30 años y ninguno llega a los 40. ¿Y sabéis qué? Excepto uno, confesáis, con todo lo hombretones que sois, que enmudecéis ante una cara bonita. Queréis ante vosotros un rostro que despliegue una sonrisa cómplice y serena, sin efectismos. Y si sale de unos labios carnosos, mejor que mejor. «Una sonrisa derrite y desarma» o «una cara bonita con una sonrisa llama la atención, sobre todo a gruñones orgullosos como yo» son dos de las frases que resumen vuestras preferencias.
Os pierden las melenas, largas, cuidadas, lisas o rizadas, rubias o morenas. Da igual. El cabello largo es vuestro fetiche. Y os entiendo perfectamente porque cuando una mujer retira su pelo hacia atrás, moviendo ligeramente la cabeza, incluso a mí me resulta sexy.
Vosotras comprándoos planchas y secadores cada vez más potentes y resulta que se vuelven locos por el pelo mojado… ¿cómo os quedáis? Aprovechad estos días de playa para escurrir melenas encima de alguna espalda que crepite bajo el sol.
Desde luego, ninguno dice que no a una mujer con un cuerpo de impresión, aunque no os ponéis de acuerdo sobre un tema, bueno, yo diría EL TEMA con mayúsculas. ¿Curvas sí o curvas no? Ganan las mujeres voluptuosas. Varios mencionáis pecho y culo como dos de los principales atractivos femeninos. Pero otros preferís mujeres delgadas de aspecto andrógino que, por cierto, soléis relacionar con la fragilidad. Algo que me resulta muy curioso porque si el cuerpo de una mujer de esas características está más próximo, por decirlo de alguna manera, al de un hombre, ¿os veis a vosotros mismos vulnerables?
Os adelanto que a los que decís que no le dais importancia a los pechos y al trasero la mayoría de mujeres que conozco no os cree. Pero para nada. Es más, alguna asegura que es como decir que a nosotras nos gustan los hombres con las manos pequeñas o los hombros estrechos. Los argumentos rebatiendo estos pensamientos de resabidillas sabelotodo (sí, yo me incluyo), por favor los vais dejando en «Comentarios».
Os fijáis mucho en las manos, que preferís sin anillos y pulseras. En verano sois felices porque disfrutáis de los pies, auténtica debilidad para muchos. Queréis perderos en el aroma de un buen perfume, mientras que descubrir lunares o pecas en pieles suaves es uno de vuestros pasatiempos favoritos. Pero sin duda, el mayoritario es contemplar bocas. Bocas sensuales, bocas que sonríen, bocas que callan, bocas que dicen.
Y aquí llega la revelación. Uno de vuestros placeres es la conversación y pasear con esa chica que os atrae. Os gustan inteligentes, decididas, luchadoras y buenas en su profesión. Para cuatro de vosotros, esta última es una cualidad que admiráis. Para mí, y estoy segura de que para otras muchas, es una satisfacción que penséis así.
Las preferís humildes, discretas y divertidas, muy divertidas. Os gusta que se rían con vosotros y reíros con ellas. Algunos apostáis por un punto inocente y todos por la sinceridad. Han pasado relaciones, tiempo, disgustos y errores que no queréis repetir. Os espantan aquéllas que pretenden tener el control absoluto sobre vosotros, las que pretenden aislaros y llevaros completamente a su terreno. Las mismas que pretenden cambiaros. Es el gran fallo de muchas mujeres. Están convencidas de que pueden moldear a un hombre a su gusto y exigencias y yo estoy convencida de que las personas no cambian. Las aceptas o no, pero no pretendas hacer de ellas algo que no son.
Parece que no sois muy partidarios de los artificios, de las reinas del baile y de las que van de protagonistas por la vida. Os gusta que nos dejemos querer y ayudar. Queréis sentirnos dulces y femeninas. Buscáis compañeras de cama pasionales y comunicativas. El sexo es importante y queréis compartirlo con alguien que lo entienda del mismo modo, desde el respeto y el consenso. En público y en el día a día os horrorizan las que no se saben comportar, las que descuidan su aspecto y maltratan el lenguaje. Transmitirnos seguridad y protección es prioridad para la mayoría de vosotros. Os gusta cuidarnos. Y yo pensando que era cosa nuestra, de los cuentos infantiles y de nuestros desvaríes en grupo alentados por la tercera ronda de mojitos…
¿Y cómo sería para estos chicos un día perfecto? Pues aquél que empieza por la mañana, donde aparecéis vestidas informales, con vaqueros, vestidos flojos y calzado plano. ¿Os acordáis de lo que le decía Mami a Escarlata en Lo que el viento se llevó? Aquello de que las señoritas no deben mostrar apetito. Pues parece que no es del todo verdad. Les encanta veros comer y luego bajar los excesos durante un largo paseo. ¿Y por la noche?. Por la noche la cosa cambia y os piensan sofisticadas subidas a unos tacones. Pero siempre elegantes. Todos sabemos cómo es de poderosa la imaginación. Sed buenas. Dejadle un poquito a ella.
Pero mira que majos estos chicos!! Así me gusta, que se expresen con sinceridad. Me ha encantado este post, que también participen ellos.
Un besazo muy grande!!
Me alegro de que te guste el post. Ahí seguimos, investigando temitas, je, je. Podéis sugerirnos ideas de lo que os apetezca que publiquemos. Así será más interesante para todos. Un beso muy grande para ti también! 😉