Llega el buen tiempo, la temporada de ensaladas y qué queréis que os diga, no puedo dejar de alegrar mi mesa con combinaciones de lo más coloridas y sabrosas. Además, para mí, tan importante como los ingredientes, son los aliños. Hay tantas posibilidades, que lo único que tenéis que hacer es exprimir vuestra imaginación y disfrutar en la cocina.
Hoy os traigo una ensalada que hago desde hace años y que ha gustado siempre mucho. Creo recordar que la había copiado del programa que Julius tiene en Canal Cocina, 22 minutos. Es perfecta para comerla como plato único o para acompañar un pescado a la plancha.
Ingredientes:
Las cantidades las calculáis dependiendo de los comensales.
–Cogollos de lechuga, corazones de cogollos o lechuga. Elegid según vuestro gusto.
–Salmón ahumado.
–Piña natural o en almíbar. Si usáis de ésta, escurrid bien el líquido.
–Nueces.
Para el aliño:
–Aceite de oliva virgen.
–Vinagre de Módena.
–Sal y pimienta negra. Moled la pimienta en el mismo momento de preparar el aliño. De esta forma, conservará el sabor y el aroma.
–Queso de untar (tipo Philadelphia) o yogur natural sin azúcar.
–Mayonesa. Podéis prescindir de ella. Yo la añado según me apetece.
-Haced una cama en una fuente con la lechuga que hayáis elegido. Os recomiendo que después de lavarla la escurráis muy bien. Es muy desagradable comer una ensalada en la que la verdura presente exceso de agua porque desvirtúa el sabor del aliño. Encontraréis escurridores en cualquier lugar donde vendan menaje a precios muy asequibles.
-Sobre la lechuga colocad la piña cortada en trozos no muy grandes. Es recomendable que el tamaño sea el adecuado para que quepa en un bocado.
-Haced tiras del salmón ahumado. Quedan perfectamente irregulares y apetitosas si lo hacéis con los dedos. Dejad descansar el cuchillo unos minutos.
-Por último, añadid un buen puñado de nueces. Es muy práctico comprarlas ya peladas, pero tienen más sabor las que vienen con la cáscara. Y mucho más si son españolas y no de California.
-Para preparar el aliño, añadid todos los ingredientes en un bol. Las cantidades tenéis que agregarlas según vuestro gusto e ir rectificando hasta que logréis el sabor que más os guste. Si utilizáis queso de untar, el aliño quedará muy cremoso y denso. Si en su lugar empleáis yogur será un poco más líquido. Personalmente, prefiero utilizar el queso, del que suelo agregar tres buenas cucharadas.
-Tenéis que batirlo bien para que emulsione. Lo podéis hacer con varillas o meter todo en un bote y agitarlo enérgicamente hasta mezclarlo completamente. Ya lo tenéis listo para utilizar. Sólo tenéis que esparcirlo con una cuchara sobre la ensalada.
¡A disfrutar!