Etiquetas
Actitud, Jesús Terrés, Joan Tubau, listas, Nada Importa, reglas, verdades
Fotograma de Uno de los nuestros
Últimamente las listas de cosas que sí y cosas que no llegan a mí por casualidad. Primero fueron las de mi admirado Jesús Terrés, de las que suscribo prácticamente todo. Para mí, la personalidad que refleja a través de lo que escribe es perfecta. Me gusta lo que dice y cómo lo dice. Sencillo, claro y directo. En este enlace podéis encontrar las quince primeras, que os conducirán a todas las entregas siguientes.
Éstas son algunas con las que no puedo estar más de acuerdo:
Nº12: O sí o no. Los “no lo tengo claro” te los puedes meter por el culo.
Nº15: Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Un amigo va por delante. Siempre.
Nº20: Esos que afirman que dormir es perder el tiempo son directamente gilipollas. Dormir es lo más. Y ya está.
Nº24: Las personas que no saben estar solas son, en el fondo, niños malcriados. Cuanto más lejos, mejor.
Regla NI nº36: Hay que mojarse.
Regla NI nº 52: Sin dramas mejor, gracias. Guardad la intensidad para la alcoba o para Nike Plus pero bien lejos de la sala de estar, por favor.
Regla NI nº 58: ”La edad es algo que no importa, a menos que usted sea un queso” Luis Buñuel.
Regla NI nº 65: En la mesa no se habla de trabajo. Punto.
Regla NI nº 71: Hacer las cosas bien o hacer las cosas mal. No hay más.
Os recomiendo que las leáis todas. Para mí son verdades tras verdades puestas en negro sobre blanco. La siguiente lista de reglas que me he encontrado las va publicando día a día Joan Tubau en su cuenta de Twitter (@JoanTubau). Algunas de sus reflexiones que comparto son:
Regla #64: Deje de quejarse. Quizá tenga razón en algo pero nadie quiere estar con un llorón.
Regla #53: No existe la envidia sana. No envidie.
Regla #35: Es bueno ser agradecido, no cuesta nada dar las gracias.
Regla #22: Gaste sus ahorros en viajes.
Regla #17: No se meta en la vida de los otros.
Supongo que estoy al cien por cien de acuerdo con estas frases porque cada vez más:
-Estoy harta de la gente que te habla de su trabajo. ¿Les hablo yo del mío? No, a no ser que me pregunten, y la verdad prefiero evitar la conversación. Sinceramente, antes hablaría del tiempo. Con todo lo increíblemente apasionante que resulta. Si no sabes más que hablarme de tu trabajo, lo siento, pero haré lo posible para no coincidir más contigo en el espacio tiempo.
-No soporto a la gente que tira la piedra y esconde la mano. Di lo que quieras, lo que piensas y hazlo a la cara. Déjate de indirectas, de sutilezas, de disfrazar las frases con la supuesta intención de no herir sentimientos. Dilo. Ya me lo tomaré como mejor considere. Y ya te lo haré saber.
-¿Qué me decís de los que se están quejando en cualquier oportunidad de su edad? ¿Preferían estar muertos? Y si optan por vivir, ¿para qué protestan por algo que no tiene solución? Nada más que añadir. Pero que sepáis que sois increíblemente cansinos. Casi tanto como los que sólo hablan de trabajo.
–Los que miran de arriba a abajo a alguien cuando entra en un sitio. Los que se preocupan mucho de que se sepa que su pareja es de buena familia o muy alta y guapa. Los que están con alguien al que le son infiel o que consienten los cuernos porque no saben estar solos y tienen miedo al que dirán. Los que tienen como afición controlar lo que hacen o dejan de hacer los demás, con quién se acuestan o se levantan, cuándo salen, vuelven y con quién… A todos y cada uno de ellos les recuerdo que los viernes noche emiten Sálvame Deluxe, especialistas en despellejar a quienes se prestan y cobran por ello. Y el resto de la semana, en amplios horarios, están abiertas las bibliotecas. Son públicas y están repletas de libros en los que aprender millones de cosas interesantes. Como dice Terrés: «menos face y más book».