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Hayao_MiyazakiEn septiembre me llevé un gran disgusto al leer que finalmente Hayao Miyazaki se jubilaba. Aunque lo entiendo, 72 añitos tiene el hombre. Ahora al frente quedará su socio Isao Takahata. Sólo espero que este no sea el final de la japonesa Studio Ghibli, donde todo se sigue dibujando a mano.

Sherlock HolmesMe aficioné a su estilo primero, como muchos, con las series de los estudios de animación de la Toei, en sus comienzos: «Heidi», «Marco», «Ana de las Tejas Verdes», «Sherlock Holmes», «Lupin» y mucho más tarde tuve acceso a sus películas dentro de la marca Ghibli (1985), como «El viaje de Chichiro», por el que ganó un Oscar en 2003. La segunda que se proyectaba en España después de «Porco Rosso» en 1992.

 

La verdad es que Ghibli cuenta con producciones anteriores a esa, pero Miyazaki siempre ha tenido miedo de las distribuidoras, porque sus películas exceden la hora y media y él no consiente que «corten» sus creaciones. «La princesa Mononoke» (1997), «Mi vecino Totoro» (1989) o «El castillo ambulante» (2004) también están entre mis favoritas.

Lo entiendo perfectamente, porque no hay dibujo que esté hecho con más cariño o ternura que los de Ghibli. El trazo suave, el amor por los detalles, los planos y las secuencias que en silencio dicen tanto. Los niños disfrutan viéndolo porque es un placer, aunque sólo sea un minuto. De repente son raptados y llevados a otro lugar.

Ghibli nos acerca al mundo mitológico japonés, poblado de dioses y yokais en bosques espesos, que pueden convivir con las ciudades y el mundo moderno. Para Miyazaki el equilibrio es sumamente importante, tradición y modernidad, presente y pasado, naturaleza y tecnología; también lo es el pacifismo (él nació en 1941 y lleva la II Guerra Mundial muy presente) y el respeto por el medio ambiente.

Personalmente yo estoy enamorada de la que es la mascota de la empresa y su logotipo, Totoro, el espíritu del bosque.

Studio Ghibli Logo

Ahora nos deja su última creación que fue presentada en el último Festival de Cine de Venecia, «The wind rises«, una historia real sobre Jiro Horikoshi, el inventor del avión indestructible, el Zero japonés. Un argumento un tanto controvertido porque fue una de las armas más potentes de la II Guerra Mundial. Algunos dicen que no deja de ser una nueva muestra crítica al belicismo y otros, que es condescendiente con el tema por el amor que siente Miyazaki por la aviación. Yo lo que sé es que tengo que verla.